Tengo un hijo adicto en otro país
24 junio 2025
Lourdes nos ha escrito: «Buenas noches. Es algo complicado, tengo un hijo adicto, y suerte para él que no está en el país, sino para mi la solución era en cerrarlo, no me quedaba de otra, pero ahora que este lejos y con su pareja y recayó no sé que hacer, él no tiene un título, hace trabajos varios, sabe soldar, sin embargo una vez que recae solo el encierro lo vuelve a la realidad, pero solo por un tiempo. Entonces no sé como ayudarlo, le envío dinero para que se ayude con lo del arriendo pero ahora se gasta el dinero»
Hola Lourdes,
Tu hijo será ya mayor. Posiblemente no podrás encerrarlo si él no quiere, y su vida es suya. Además está vivendo en pareja en otro país con lo cual la situación se complica mucho más.
Si estás determinada a conseguir que se trate de nuevo, creo que solo lo vas a conseguir si lo haces volver o bien si tu te desplazas donde él vive ahora.
Hacerlo volver creo que será muy difícil, ya que no querrá dejar a su pareja. De todas formas lo puedes intentar, se lo puedes decir, intentar hacerle entrar en razón, pero también puedes conseguir el efecto contrario, que al final él ya no quiera ni hablar contigo. También le puedes decir que no le vas a enviar más dinero hasta que él se vuelva.
La otra opción sería ir tu para allá. Antes de ir lo puedes avisar, le puedes decir que sabes que está otra vez con la adicción y que quieres que se cure. Y que si en un plazo (dale el plazo que tu estimes oportuno) ves que la cosa continúa igual pues lo irás a ver y a ayudar. Si ves que no reacciona entonces sería el momento de ir a buscarle, y una vez estés allí intentar ayudarlo.
Una última opción sería hablar con su pareja…depende también de la relación que tengas con ella. Si ella lo quiere y es consciente de que está adicto, también lo querrá ayudar y podéis colaborar las dos. E incluso podés poneros de acuerdo para irte tu para allá.
Ojalá el chico reaccione.
Muchos ánimos!
P.D. Si crees que este mensaje te sirve, piensa que lo único que te pedimos es que actúes con los demás de la misma forma que actuamos contigo. Es decir, intentando ayudar sin pedir nada a cambio