Situación actual personal complicada
28 julio 2025
Anónimo nos ha escrito: «No sé cómo empezar… quizás porque nunca imaginé llegar a este punto. Tengo 26 años, vivo solo en un país que no es el mío, y por primera vez siento que la vida me está ganando la batalla. En enero dejé el trabajo en el que estuve casi 3 años. No tenía contrato, me pagaban una miseria y ya no podía más con ese abuso. Hoy estoy en juicio porque ellos dicen que jamás trabajé allí, como si yo fuera un fantasma, como si las horas de sudor y cansancio que dejé en ese lugar no existieran. Tengo pruebas, tengo videos, capturas de WhatsApp, todo… pero en la última audiencia mi abogada no pudo ir y mandó a un colega que no estaba preparado. El 11 de este mes salió la sentencia: perdí. Rechazaron mi demanda y me condenaron a pagar 500 mil pesos a los abogados de la otra parte. Medio millón de pesos que no tengo, que ni siquiera sé cómo voy a pagar. Mi abogada apeló, pero yo ya me siento derrotado, como si nada de lo que haga sirviera de algo. Luego, en un trabajo temporal, me accidenté. Me fracturé dos dedos del pie, pero me diagnosticaron un simple esguince. Cuando al fin me hicieron las radiografías, ya habían pasado dos semanas. En la mutual me pusieron una bota, pero me dijeron que era tarde, que el plazo de atención era de 48 horas. Me la quitaron, y cuando llegué al traumatólogo en el hospital, ya era demasiado tarde: el pie había soldado mal. Me indicaron terapias, pero el contrato terminó. Y otra vez me quedé en la nada. Hoy no tengo trabajo. He recorrido la ciudad dejando currículums, tocando puertas, pero no me llaman. Lo poco que hago son trabajos informales: limpiar patios, techos, lo que salga. Rindo la comida como puedo, pero el arriendo se acumula y la desesperación crece cada día más. Vivo en una pieza arrendada. Camino con dolor, pero camino. Quiero trabajar, tengo fuerzas, pero me siento frustrado. Hace más de 6 años que salí de mi país buscando un futuro mejor. Ahora me siento más solo que nunca. Hay días en que ni siquiera tengo ganas de comer, porque me siento culpable de gastar lo poco que tengo. Y en las madrugadas… en las madrugadas todo vuelve: la angustia, el miedo, los pensamientos oscuros. A veces me pregunto si la vida tiene algo más para mí, o si ya me tocó perder. Me siento invisible, como si el mundo siguiera girando mientras yo me desmorono. No escribo esto para dar lástima. Lo escribo porque necesito sacarlo de mi pecho antes de que me queme por dentro. Necesito creer que hay algo más allá de este momento tan oscuro. Porque, aunque mi mente me grite que me rinda, algo dentro de mí todavía susurra que no puedo parar aquí.»
Hola,
Nos has escrito uno de los relatos más duros que hemos recibido. Ya es algo si escribirlo te ha servido; además, también vamos a responderte.
Es fácil de decir, pero no debes perder la esperanza. Se han juntado una serie de circunstancias adversas, pero todas tienen solución; no es una batalla que tienes que luchar contra la vida, es romper este círculo en el que estás y tomar una trayectoria positiva.
Fíjate que el origen de todo es el trabajo en el que estuviste 3 años. Queda claro que se aprovecharon de ti, que tus jefes son mala gente. Pero no le puedes la victoria a las malas peronas. Tu abogada se equivocó, pero si tienes tantas pruebas contra ellos, el recurso saldrá bien. Eso sí, le debes dejar claro a tu abogada que por haberse ausentado el día del juicio ahora tu tienes más problemas que antes, que sienta su culpa y que sienta la obligación de ayudarte más y mejor.
Después has tenido el problema en el pie. Si estabas en un trabajo temporal, y por lo tanto tenías algún tipo de cobertura médica, el hecho de que no te hicieran las radiografías a tiempo es culpa de la mutua. Y por lo tanto es posible que tengas la opción de denunciarles también, por negligencia médica. Consúltalo con tu abogada.
Ten presente también que en un futuro podrás operarte para arreglar la mala soldadura en el hueso. No eres la primera ni la última persona a quien le pasa, por lo tanto hay técnicas médicas para revertir el hueso a su estado anterior.
Realmente lo que es más importante es que encuentres un trabajo. Seguro que la abogada lo hará bien, y el pie tarde o temprano volverá a estar bien. Dices que has lanzado montón de currículums, que te has movido por toda la ciudad, sin suerte hasta ahora.
Pues si esto no te ha funcionado, intenta hacer algo distinto. Te doy algunas ideas:
1. Revisa tu currículum. En internet puedes encontrar multitud de plantillas. Cuanto más bonito sea, mejor impresión inicial vas a causar. Sobretodo, promociona claramente lo que sabes hacer, y explica cosas acerca de tus valores como persona (trabajador, educado, buena persona, etc)
2. Comprueba si hay algún tipo de servicio público para ayudar a encontrar trabajo. A veces la administración ofrece formación o incluso contrata directamente a personas como tu.
3. Si sabes de algún sitio en el que gustaría mucho trabajar, intenta pedir una entrevista. No dejes el currículum y te vayas. Prepárate un texto para tenerlo a punto y soltarlo cuando sea el momento, a ver si logras convencer a la persona para que dedique 10 minutos. Solo tienes que conseguir eso, que te dediquen un poquito de tiempo para poder presentarte y explicar tus motivaciones.
Sobretodo, no defallezcas. Marcharte de un sitio en el que los jefes son malas personas no es ningún error, al contrario. Hiciste lo correcto. Debes mantener la esperanza de que tu abogada hará el trabajo que se espera que haga.
Y debes persistir hasta encontrar un trabajo en el que puedas dar tu máximo. Seguro que mostrando tus ganas de trabajar y tus valores como persona lo encontrarás, no todos los jefes se quieren aprovechar de sus trabajadores. También los hay que son buenos.
Solo tienes 26 años. Tienes toda la vida por delante. Es cierto que estás en un momento difícil sin nadie que te acompañe, pero todo lo que te está pasando tiene solución. Vendrá un día, dentro de unos meses, en el que mirarás atrás en el tiempo y estarás orgulloso de haber superado el reto.
No pierdas la esperanza. Mucha fuerza!
P.D. Si crees que este mensaje te sirve, piensa que lo único que te pedimos es que actúes con los demás de la misma forma que actuamos contigo. Es decir, intentando ayudar sin pedir nada a cambio