La tercera parte de la historia de Mari: «Buenos días, disculpe escribirle de nuevo. De antemano, agradecerle por responderme; es una gran ayuda para mí. Quería contarle algo. Él me ha dicho que cambiará por nuestra hija, por nosotros y por él mismo. Está llevando terapia psicológica, viene a mi cuarto, trata de acercarse a mí, llevándome al trabajo. Pero el día sábado me hizo pasar la vergüenza del mundo. Había salido a cenar con mi jefa y amiga; luego de ahí salió irnos al karaoke (es ahí donde él me llama y me dice hasta qué hora me voy a quedar, que no tome mucho, que él me iba a venir a recoger. Yo, para calmarlo, le dije que le iba a avisar). Me sentía incómoda, como si me cuidara como a una hija. Luego de eso, nosotras queríamos bailar y nos fuimos a la disco. Me estaba llamando varias veces, mensajeándome al WhatsApp, cosa que era muy incómoda para mí, porque estaba mi jefa y mi amiga, compañera del trabajo. No se quedó tranquilo, vino a buscarme a la disco y me sacó. Estábamos hablando en la calle. Le decía que su comportamiento no es adecuado. No salgo seguido, y solo éramos mujeres. Me decía que yo lo había planeado, que por eso le dejé a mi hija, cosa que no era cierta. Nosotras solo íbamos a ir a cenar y lo del karaoke y la disco salió en el momento. No me quedé callada, le dije que su actitud está de más, que no soy una niña a la que él debería cuidar. Me regresé a la disco, y estábamos tomando (no mucho, como le digo, solo éramos mujeres), pasando un momento de diversión sana. Ya eran casi las 12 de la noche, otra vez vuelve, pero esta vez me dijo: «Nos vamos». No pude hacer nada. No quería que ocasionara un problemón delante de las personas que me conocían. Cuando estábamos caminando, me repetía muchas veces que era una mentirosa (por dejar a mi hija a su cuidado y “planear todo”). Yo le explicaba muchas veces que eso no era así, que tengo derecho a salir, que me gustan las fiestas, etc. Le dije, enfadada, que mañana íbamos a hablar, que no toleraré la vergüenza que me hizo pasar, más aún delante de muchas personas. Hablamos al día siguiente. Me dice que si volvemos a convivir, no va a permitir que salga al karaoke, disco, etc. Yo estoy totalmente cansada de esta situación. No me habla como una persona pacífica, se exalta y comienza a alzar la voz, cosa que a mí no me gusta. No estoy de acuerdo con su manera de actuar. Para terminar, me vio bajando con un compañero del trabajo. Me reclamó porque “me gusta estar con hombres”. Le dije que eso está mal. Nosotros no hemos vuelto. Hemos decidido tener una relación como padres, pero él se mete en la cabeza que vamos a volver. A mí también me hace confundir. A veces es muy lindo. Él viene a mi cuarto todos los días a llevar y recoger a mi hija del colegio. Ahora, con la otra persona con la que estoy a distancia, quiere algo estable conmigo. Le he dicho que vamos a ir de a poco. A veces no puedo contarle todas las cosas que me pasan…¿Qué puedo hacer?»

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Hola Mari,

Lo que pasó esa noche con tus amigas reafirma que tu ex es un maltratador. Date cuenta que intentó manipular la realidad para hacerte sentir mal y te coaccionó para evitar que pasaras un buen rato con tus amigas. No sólo eso, sinó que además te dice que no quiere verte con otros hombres aunque sean compañeros de trabajo…

Espero que te des cuenta de que su idea de pareja es tener totalmente dominada a la mujer. Él tiene que controlar totalmente la vida de su mujer, y ella debe ser sumisa a sus órdenes. Después lo intentará compensar siendo lindo durante un rato para que no todo sea malo.

Llegados a este punto la decisión tiene que ser tuya. Si te juntas de nuevo con tu ex todo hace pensar que tendrás una vida limitada, en el sentido de que tendrás que estar siempre a lo que él diga, y que si algun día haces algo que él considera inapropiado te va a montar un numerito (aunque después te haga unos mimos para compensar).

Si juntas fuerzas para separarte definitivamente de él, que parece lo más razonable para tu bienestar futuro, lo que sí que yo haría es no empezar en seguida otra relación seria. Deberías ir despacio, aunque solo sea para evitar que nunca te puedan decir que dejaste a tu exmarido por otro.

Si el otro señor realmente te quiere entenderá que no puedes empezar una relación seria en seguida, que tu circunstancia no te lo permite. Le puedes dar alguna pinzelada de la situación si entrar en muchos detalles, pero déjale claro que su espera tendrá recompensa.

Mucha fuerza!

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P.D. Si crees que este mensaje te sirve, piensa que lo único que te pedimos es que actúes con los demás de la misma forma que actuamos contigo. Es decir, intentando ayudar sin pedir nada a cambio