Nos ha escrito Yei: «Yo duré muchos años con el papá de mi hijo y, bueno, luego nos dejamos. Él se fue con otra mujer y tuvo otro hijo. Él se dejó con esa chama y, bueno, yo aún no lo he podido olvidar. Nos encontramos de nuevo y le di otra oportunidad. Me sentía feliz porque mi hijo iba a crecer al lado de su papá. Él me decía que me amaba mucho, que nunca me había olvidado, y, bueno, ya cuando teníamos un mes intentándolo, de un día para otro me dijo que le diera un tiempo, que estaba confundido porque ya eran dos niños que había dejado y que necesitaba tiempo porque, si después yo me encariñaba más y él me salía que quería volver con la otra mujer… Bueno, no saben lo que yo he querido olvidarlo y no puedo. Siento una esperanza que no quiero sentir.»

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Hola Yei,

Muchas veces sucede. Nuestras ganas de que las cosas sean como nos gustaría que fueran, hacen que percibamos la realidad de una forma más parecida a nuestros intereses cuando no la situación real no es así.

En este caso me parece que esto es lo que ahora mismo te está sucediendo. Por lo que escribes yo veo que tu exmarido en realidad no quiere estar contigo, pero tu mantienes unas mínimas esperanzas de que no es así.

Por esto te recomiendo que lo dejes de ver como a tu posible pareja, y lo empiezes a ver simplemente como el padre de tu hijo. Sé que no es fácil, pero más vale que aceptes la situación como es en realidad, es decir, que él no tiene interés en convivir contigo y con vuestro hijo. Aunque al principio sea duro y afecte a tu estado de ánimo. Pero es peor mantener una esperanza sobre algo que nunca se materializará.

En la vida es importante dejar atrás las circunstancias que no nos aportan nada bueno para seguir avanzando. Y creo que este es tu caso ahora; tienes que mirar hacia adelante, quedarte con lo bueno que has pasado con tu ex durante estos años, pero pensar que ya es una historia del pasado.

Y aunque duela, pensar en el futuro, en el tuyo y en el de tu hijo. La vida acostumbra retornar lo que se siembra.

Muchos ánimos!

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