Nos escribe Alejandra: «Hola, les comento mi situación. Llevo 3 años de relación y 3 de casada, hace 1 año y 7 meses me regaló una perra de raza grande, cachorra. Sabemos que ellos no llegan con el chip de obediencia, sin embargo cuando ella se dió cuenta que la perrita me demandaba atención, le comenzaba a pegar por todo. Una ocasión me obligó a sacarla de casa en calor extremo y cuando regresamos a casa la perrita se acostó en lo fresco y se durmió. Mi hija (es legalmente de ella, yo llegué cuando ella tenía 2 años y siempre que discutimos me recuerda que no no soy nadie en su vida) entró al cuarto y la perra la mordió muy poco pero fue suficiente para patearla y sacarla al patio de por vida. Incluso yo tenía prohibido cuando salía con ella hacerle caso a la perra, total que cuando nos cambiamos de ciudad yo dejé a mi perra en mi casa anterior con una señora que viviera ahí la alimentara y le limpiara diariamente, sin embargo regresé por ella y hablé con mi esposa y me dijo que estaba bien. Pero ahora que estamos en la nueva casa es más pequeña y no tiene patio. Yo estoy sumamente comprometida con mi perra de sacarla y estar con ella, mi esposa como debí imaginármelo ya no la quiere aquí y apenas pasó 1 semana. Debo de reconocer que mi perra se está portando bien pero el tema ahora es porque jadea, se rasca y se le cae pelo y eso no lo puedo controlar. Realmente me da miedo dejarla en casa sola y que llegue a romper cualquier cosa y ella le haga daño de nuevo, a estas alturas me dice que ya no le importa nada, que me que con mi perra y pues aquí estoy escribiendo esto desde el sillón de la sala»

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Hola Alejandra,

No todo el mundo está preparado para poder convivir con mascotas, y más si el sitio en el que vives es pequeño y la mascota, en este caso un perro, es grande. Y si además molesta, por el motivo que sea, se hace todavía más complicado.

Entiendo que quieres a tu perra, pero la situación en la que estás no tiene solución. Tu pareja no lo podrá aguantar eternamente, ya ha hecho mucho aceptando que la traigas de nuevo con vosotras, pero al final llegaréis al punto de ruptura.

Así que tendrás que escoger, la perra o ella. Piénsatelo bien.

Y si decides preservar tu matrimonio, que seguramente sería lo mas sensato, busca alguna persona que se pueda encargar de la perra y cuidarla tan bien como la estás cuidando tu. La perra se adaptará sin problemas a su nueva familia si la cuidan como se merece.

Mucha suerte!

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P.D. Si crees que este mensaje te sirve, piensa que lo único que te pedimos es que actúes con los demás de la misma forma que actuamos contigo. Es decir, intentando ayudar sin pedir nada a cambio