Alex nos escribe: «Hace meses conocí a una chica. Somos amigos, supongo. Pasaron unos meses y noté que me veía, o que me visitaba en clases. Un día, al regresar con ella, varios amigos y yo, finalmente en mi casa vi un estado de ella que decía: ‘Finalmente me regresé con la chica que me llama la atención’. Al inicio sí sospeché que le gustaba, pero concluí que podía ser un amigo. Pasaron meses donde no la vi, luego intentó regalarme unos dulces que acepté algo forzado. Luego la noté más distante y, cuando me veía, la notaba incómoda o distante. Ahí supe que mi teoría estaba mal, pero no me gustaba y preferí enfocarme en mí. Le envié mensaje y quedamos para hablar. Resulta que solo me quería como amigo, de hecho antes tuvo una relación desastrosa con su ex y no quiere relaciones por eso mismo, y quiere nuevas amistades (incluyéndome), que le cuesta por el trauma (no quiero dar muchos detalles). Creo que malinterpreté todo. Sospecho tener neurodivergencia por no entender intenciones ajenas, muy pocos amigos, tomar literal algunas cosas, etc., pero entiendo bien las emociones o las reflexiono muy bien. O tal vez simplemente pensé que todo era en torno a mí. Pero quiero saber si pasó algo, ¿o solo sobrepienso? ¿O cómo no sentir incomodidad de malinterpretar? ¿O tal vez me gusta y apenas lo reconocí?»

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Hola Alex,

Las situaciones como las que describes son complicadas por dos motivos principales. El primero es que nunca se tiene toda la información ya que incluso en una conversación cara a cara raramente se dice todo lo que se piensa y siempre quedan vacíos que uno tiene que llenar con sus asunciones. Y el seguno, relacionado con éste, es que estas asunciones las hace uno mismo y están condicionadas por nuestra propia educación y valores.

Así que dos personas distintas que estén viviendo la misma situación y que tienen la misma información, pueden extraer conclusiones totalmente distintas. Por eso es verdad que a veces le damos demasiadas vueltas a las cosas y resulta más fácil intentar obtener toda la información antes de extraer nuestras propias conclusiones.

Sobre tu situación particular. Con la información disponible yo creo que ella en cierto momento te vió como algo más que un amigo, pero no se sintió correspondida. De ahí que después la notaras más distante, aunque por suerte todavía podéis ser amigos.

A partir de aquí yo dejaría fluir la situación sin darle muchas vueltas. Se trata de que sigáis siendo amigos, y el tiempo dirá si vuestra afinidad se transforma en algo más. A veces el amor surge de un flechazo, pero muchas otras es fruto de una evolución conjunta en la cual una amistad se transforma en una relación de pareja.

La clave es no preocuparse y dejar que la situación evolucione de forma natural. Y si en cierto momento hay cosas que no están claras, en vez de comerse la cabeza analizando opciones y posibilidades, mejor hablar cara a cara y decirse las cosas con la mayor claridad y empatía posibles.

Mucha suerte!

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